Nombro así a las expansivas cuyas líneas dibujadas tienen pendiente negativa, es decir, que ambas líneas o directrices evolucionan hacia abajo, hacia menor precio. Ya en su momento puse una cotización en la que dibujé una de ellas.
Siempre comienza la expansiva descendente con un mínimo. Cualquier formación a la que se le puedan dibujar dos directrices que vayan abriendo, ambas orientadas hacia abajo, pero que comience con un máximo no es una expansiva descendente. Siempre debe comenzar por un mínimo.
Esta formación aparece en muchas ocasiones en el final de una tendencia bajista, formando parte de ese final, y desde ese lugar predice objetivos alcistas. Si se encuentra al principio de una tendencia bajista o a mitad debe de sugerirnos objetivos por fallo, que son bajistas. En su localismo debemos entender sobre qué tendencia se ha construido, porque, por ejemplo, si aparece al final de una tendencia bajista cuarta que forma parte del inicio de una bajista tercera, sí, seguramente, predice objetivos alcistas para la siguiente tendencia cuarta alcista dentro de la tercera bajista.
Cuando una expansiva descendente se ha formado no sabemos si una tendencia ha terminado o no lo ha hecho. Podemos intuir por los objetivos de otras estructuras que generan la multifractalidad que se esté en el final de una y suponer objetivos alcistas, pero, veremos que es relativamente sencillo deducir prontamente si estamos errando y los objetivos serán bajistas porque la tendencia no haya terminado.
Las dos directrices o líneas a trazar las dibujaremos sin que corten ningún precio entre el primer mínimo y el segundo mínimo y entre el primer máximo y el segundo máximo. Si es preciso, dibujaremos las directrices por lugares cercanos o con inclinaciones cercanas a las que debieran ser mínimo-mínimo y máximo-máximo, pero esas dos directrices no cortarán en ningún lugar el precio. Es importante dibujar bien, particularmente, la línea de máximos porque la prolongación de tal directriz interviene en los lugares donde trasladar homotecias en objetivos por fallo. Comenzando la inferior con un mínimo, que ambas sean divergentes y vayan abriendo el espacio entre ellas es lo que define que sean expansiva, y que sus pendientes sean negativas, el que sea descendente.
Numeración
El mínimo con el que se inicia la expansiva descendente lo llamaremos “1” y siempre será un mínimo desde el que arrancará la directriz bajista inferior (en realidad es una contradirectriz, pero en las expansivas llamaré siempre directrices a sus líneas).
El máximo siguiente le llamaremos “2” y desde él puede arrancar la directriz bajista superior, Esta directriz superior puede comenzar en algún lugar cercano a ese máximo para evitar así que corte la cotización ya que su inclinación vendrá definida por un segundo máximo más bajo u otro lugar cercano a ese segundo máximo. Podemos cambiar el origen de esta directriz a algún lugar cercano al máximo que evite tal corte.
El segundo mínimo lo llamaremos “3” y es el segundo punto que define la directriz bajista inferior, salvo que si la directriz al pasar por él haya producido algún corte al precio. Si ello ocurre, cambiaremos el lugar por el que se define esta directriz a otro lugar en el que se produzca el segundo contacto, dándole mayor pendiente negativa hasta que toque en un lugar cercano y no produzca corte con el precio. El punto “3” seguirá siendo el mínimo en ese caso y no el lugar de contacto segundo de la directriz
El final de tendencia bajista acaba en el punto 3 o en el punto 5, que explicaré. Por tal, cuando sospechemos que estemos ante un final de tendencia debemos explorar el mínimo que sería tal final, el anterior y el posterior, pues los dos primeros pueden ser respectivamente los puntos 3 y 5, o bien serlo el segundo y el tercero.
El punto “4” es el segundo máximo que define la directriz bajista superior, esta directriz puede ser cambiada a un lugar posterior a ese punto 4 según lo que ocurra con la cotización después de él, porque tal línea no puede cortar la cotización hasta después de que se haya construido el punto 5. Es importante dibujar bien esta directriz superior que puede no nacer en el máximo “3”, pero sí en su cercanía, ni terminar en el máximo “4”, sino que puede hacerlo posteriormente.
Tras el punto 4 vendrá otro mínimo importante, que puede profundizar en precio más que el punto 3 o no hacerlo, ese mínimo es el punto “5” y la cotización a partir de que este se ha generado debe de subir y rebasar la prolongación de la directriz bajista superior. Incido de nuevo en decir con otras palabras que si desde el máximo 4, en la prolongación de la directriz bajista superior hasta que esta alcance la vertical donde se encuentra el mínimo 5, cortase esta directriz en cualquier punto el precio, cambiaremos la pendiente de tal directriz para que toque en un único lugar entre el punto 4 y el lugar donde está el punto 5.
El punto 5 siempre queda por encima de la prolongación de la directriz bajista inferior.
Tenemos dos directrices bajistas que pasan, una por el punto 1 y 3 o por el punto 1 y un punto cercano a 3, y la otra, por el punto 2 y el punto 4 o por sus cercanías posteriores. Esas dos directrices definen la expansiva junto con el punto 5 que es un mínimo posterior al máximo 4 y desde el que el precio comienza a subir. Los cinco puntos son mínimos y máximos y pueden ser o no serlo puntos de toque de las directrices, salvo el punto 5 que no lo es y queda entre las dos directrices y por debajo del punto 4.
Ejemplos de expansivas descendentes en los que se puede apreciar los puntos 1, 2, 3, 4 y 5 y cómo alguna directriz no pasa por tales puntos sino por lugares próximos a ellos.
La numeración de máximos y mínimos en las expansivas o en las contractivas que veremos más adelante sirve tan solo para ir comprendiendo estas formaciones. Tal numeración nada tiene que ver con las que se formulan en la teoría ondas de Elliott.
Objetivos directos
Cuando la aparición de estas expansiva descendentes se da en lo más bajo de una tendencia sus objetivos directos son alcistas. No hay que confundir lo más bajo de una tendencia con que una cotización no haya terminado sus caídas. El mero hecho de la aparición de una expansiva descendente no implica un final de caídas, pero sí suele marcar objetivos directos alcistas que pueden darse y objetivos por fallo bajistas.
Estas expansiva tienen un único objetivo primero de precio alcista y varios objetivos segundos alcistas, o sea, que tienen dos tipos de homotecias alcistas nacidas de distancias distintas. Solo si no se alcanza el objetivo primero directo se ha de considerar que la cotización pueda buscar objetivos por fallo (bajistas) que son solo de un tipo de homotecia. En ocasiones un objetivo segundo o varios segundos se sitúan a menor precio que el objetivo primero. En esas situaciones el precio puede alcanzar un objetivo segundo de los que están por debajo del primero, girar a la baja e ir a producir objetivos por fallo. La consecución del primer objetivo directo anula, marcando no un máximo relativo, la posibilidad de objetivos por fallo. Si la cotización después de alcanzar el primero alcista cayera, la expansiva ya no pronosticaría lugares de caída.
Objetivo primero
El conjunto borroso que interviene para el primer objetivo tiene un solo elemento:
Se mide la distancia en precio del punto 5 al punto 4 (d) y hay una única posible homotecia de tal distancia: 2,61803d. El número borroso 2,61803 inicia su función de pertenencia en la recta real prácticamente en esa cantidad, extendiendo su meseta un poco más de un 5%, por lo que el objetivo de precio lo dibujo entre 2,61803d ··· 2,275417d.
Primer objetivo directo de la expansiva mostrada. Se pueden apreciar los cinco puntos, las dos directrices, la medición de 5 a 4 y el primer objetivo de precio.
Expansiva descendente, numeración, medidor y primer objetivo. En este caso el mínimo 5 queda por debajo del mínimo 3.
Se puede observar en el segundo gráfico que la cotización sobresale de la zona de objetivo y vuelve atrás rápidamente. En este tipo de expansiva ocurre tal tipo de desbordamiento en bastantes ocasiones. Recordemos que el número borroso tiene una meseta y una zona de decaimiento grande en su función de pertenencia.
Otro ejemplo más de expansiva descendente y primer objetivo directo.
Objetivos segundos
Tras el primer objetivo o antes de él puede haber segundos objetivos y en alguna ocasión un segundo objetivo es coincidente total o parcialmente con el primero.
Alcanzado el objetivo primero marcando un máximo relativo o no nada quita que la expansiva descendente no vaya a conseguir sus subidas a objetivos segundos marcando en ellos o en algunos de ellos máximos relativos.
Un objetivo segundo nace de una distancia entre el punto 5 y un máximo relativo anterior al mínimo 1. Generalmente los máximos relativos que intervienen en las distancias que proporcionan homotecia de la distancia desde el punto 5 haste ellos estarán por encima del punto 2. Como las expansivas descendentes se producen generalmente al final de una tendencia bajista, es muy probable que existan varios máximos anteriores al mínimo 1. Todas las homotecias de las distancias entre el punto 5 y un máximo anterior al punto 1 de la misma tendencia bajista, teniendo en cuenta que cada nueva medición ha de ser mayor, son objetivos segundos posibles.
El conjunto borroso que propone homotecias de las distancias descritas (d) es de un único elemento con una función de pertenencia a la recta real igual que la descrita para los objetivos primeros:
Los objetivos segundos de precio, homotecias de las diversas distancias d, se inicia por tanto en 1,61803d y los dibujo como franjas horizontales hasta 1,70217d.
Esta es la misma expansiva que la puesta en el anterior gráfico. Se observan cuatro segundos objetivos, siendo el primer segundo coincidente con el primer objetivo mostrado antes.
Segundos objetivos en una expansiva descendente al final de una tendencia bajista.
Segundos objetivos en otra expansiva descendente formada al final de una tendencia bajista.
Trading
Por cualquier método que expongo en esta obra se puede suponer un final de caída, un objetivo o grupo de objetivos en la zona en la que se va formando una expansiva bajista. Un supuesto punto 3 o un supuesto punto 5 pueden ser el final de caída en uno o unos objetivos predichos. Se puede tomar posición alcista con stop muy próximo en el los objetivos que proponen los otros métodos, pero bien sea el mínimo 3 o sea el mínimo 5 el más bajo cuando el precio corta la prolongación a futuro de la directriz superior se puede tomar posición alcista. El stop, si se ha tomado posición alcista, se podría situar, en este último caso, por debajo de la directriz superior. Y si saltara y el precio volviese a subir y nuevamente superase la directriz superior habría que considerar poder tomar una nueva posición larga.
En las tendencias primarias bajistas una expansiva descendente formada en su fin predice con su objetivo primero o sus objetivos segundos, particularmente el penúltimo objetivo segundo que se puede representar, el final de la tendencia primaria alcista nacida en la expansiva. En las secundarias también ocurre, pero los objetivos alcistas pueden ir más allá del final de la secundaria alcista que se inicia.
Objetivos por fallo
Cuando el primer objetivo directo no es alcanzado, aunque sí pueda haberse alcanzado algún segundo objetivo directo, podemos ir pensando en caídas al primer, al o a los segundos o al tercer objetivo por fallo, que son bajistas.
La mayor distancia vertical entre el máximo 2 y el mínimo 3 o 5 es el tamaño de la expansiva descendente (d). Los objetivos por fallo de estas expansivas descendentes son traslados de tal distancia. El conjunto borroso que rige para hallar homotecias tiene un solo elemento, que es 1. Estas homotecias son las más sencilla y replican la distancia en precio d, de modo que encontraremos objetivos entre 1d ··· 1,052d.
El primer objetivo por fallo es el resultado de la homotecia que comienza en el mayor precio alcanzado tras formarse la expansiva sin que se haya alcanzado el primer objetivo directo.
Los segundos son homotecias que arrancan en cada punto de corte de la prolongación de la directriz superior con el precio.
El tercer objetivo por fallo es el resultado de una homotecia que se inicia en el punto 3 o en el punto 5, el que sea de menor precio. Puede ocurrir que haya segundos objetivos por debajo del tercer objetivo.
La cotización en este expansiva supera la directriz superior tras formar el mínimo 5, después cae por debajo del punto 3 y ya informa con ello que va a realizar posiblemente objetivos por fallo. Posteriormente remonta produciendo el mayor máximo que puede y cede. Esa caída desde el máximo es el primer objetivo por fallo y cae justamente lo que mide en vertical la expansiva. La directriz superior corta el precio en varios lugares, pero el primer lugar y el último suelen ser los más importantes. Trasladando la medición a tales puntos de corte se obtienen los segundos objetivos por fallo. El tercer objetivo por fallo se calcula trasladando la medición al mayor mínimo de la expansiva, o sea, o al punto 3 o al punto 5.
El anidamiento de expansivas se suele dar, particularmente en las simétricas, es frecuente que la inclusión de alguna expansiva dentro de otra o que dos expansivas compartan una directriz o que se forme una intersección entre dos o más expansiva.
Objetivos por fallo en dos expansivas descendentes anidadas. De la grande se alcanza el primer objetivo por fallo y de la pequeña el primero, un segundo y el tercer objetivo por fallo.
En las expansivas descendentes no siempre se dan objetivos por fallo. Si el mínimo 3 es más profundo que el mínimo 5 hay más posibilidades de que si se den.
Expansiva descendente formada en la parte alta, donde no es común encontrarlas y que por ello era candidata a pronosticar lugares de caída posibles Se produjo el primero por fallo, un solo segundo por fallo y el tercero objetivo por fallo.
Tanto los cierres cuando en la jornada siguiente hay gap en el sentido en el que estaba avanzando la cotización (caída en este caso), como las aperturas con gap pueden se objetivos, como ocurre con el tercero por fallo en esta ocasión.