Segunda paralela a la directriz

De igual modo a como trazamos una paralela a una directriz descrito en el apartado anterior trazamos la directriz y su paralela pasando por el máximo (mínimo) entre los mínimos (máximos) de la directriz. A la misma distancia que esa paralela trazamos una segunda paralela y esta segunda la prolongamos hacia futuro. Trazamos verticales en los dos mínimos (máximos) de la directriz y en el máximo (mínimo) que nos permitió crear la primera paralela. Así mismo trazamos verticales en los mínimos (máximos) relevantes que existan o se vayan construyendo posteriores a la directriz. La futura cotización suele producir mínimos (máximos) en los precios donde se cruza la prolongación de la segunda paralela a la directriz y las líneas verticales.

Los objetivos a los que apunta la combinación de mínimos (máximos) de la directriz y los posteriores, así como del máximo (mínimo) por el que hemos trazado la primera paralela obedecen a un número borroso que se sitúa en el centro de la meseta de su función de pertenencia. Tanto a la izquierda como a la derecha (arriba y abajo en los gráficos de cotizaciones) hay aproximadamente un 2,5% de meseta sobre la distancia en vertical a la segunda paralela de los mínimo (máximos) de la directriz y posteriores o del máximo (mínimo) por el que trazamos la primera paralela.

Objetivos nacidos de la segunda paralela a una directriz. Los tipos de objetivo van centrados naciendo del lugar de corte de la segunda paralela con las verticales según se ha descrito. El número borroso es como el del centro de la imagen.

Veamos ejemplos

Directriz y su segunda paralela. Tan solo se ha producido un único objetivo.
Nótese que también realizó esta cotización un objetivo de distancia a la directriz que he marcado con una franja sin relleno.

Tres segundas paralelas a tres directrices y diversos objetivos que apuntan hacia diversos máximos.

Adicionalmente, existe la posibilidad de que se realicen más objetivos por quedar involucrado un conjunto borroso con dos elementos (números borrosos). La distancia que interviene para el cálculo de objetivos es el ancho en vertical de la directriz a la primera paralela o de esta a la segunda, y las homotecias están trasladandas al origen de la segunda directriz, es decir, en la vertical del primer mínimo (máximo) de la directriz donde arranca la segunda paralela.

 El conjunto borroso es el mismo que intervino en el apartado anterior con estos dos elementos:

Pongo ejemplos de cotizaciones en las que hay homotecias y objetivos de la segunda paralela a una directriz.

Objetivos nacidos de la segunda paralela a una directriz y objetivos que son homotecias de la distancia en vertical de la directriz a la primera paralela o de esta a la segunda.

En esta cotización tenemos tanto objetivos nacidos de la segunda paralela a una directriz como objetivos que son homotecias de la distancia en vertical de la directriz a la primera paralela.

Cuando la prolongación a futuro de la segunda paralela corta la cotización se termina las previsiones de precios que aporta este método, por más que la cotización pueda volver a cruzar la segunda paralela en sentido inverso.

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